viernes, 23 de noviembre de 2012

El Cascorro

El rastro de Madrid

Hola amigos, hoy hablando siempre desde la experiencia y el buen humor, os voy a llevar –a través de este artículo, no hay otro modo- a regatear, comprar e incluso vender de todo, desde cosas a menos de un euro hasta cosas que valen más de lo que imagináis: el rastro de Madrid.

Si no sabéis lo que es un rastro, hablemos de él como mercadillo, pero aviso, no es nada parecido al típico del miércoles que tenemos nosotros, aunque también se venden Cd’s de Camela y calcetines y objetos varios –sin intención de ofender.
Este tiene mucha más variedad, desde productos elaborados a mano como sandalias de cuero o preciosas pulseras de marfil, hasta la moda más exigente. También se caracteriza por vender libros, discos de vinilo, antigüedades, curiosidades y baratijas u oportunidades que os aseguro que os alegrará el día.

Aunque antes de llevaros al mundo del “despilfarre”, os voy a contar un poco de historia que he encontrado sobre este peculiar rastro.
Se remonta al siglo XV y XVII y era exclusivamente de ropavejeros, mataderos y curtidores de pieles, como veis dedicado a la artesanía. Pero estos asentamientos de comerciantes fueron trasladándose de sitio en sitio hasta que a principios del siglo XX, aproximadamente se trasladan al barrio madrileño de Legazpi, donde reside actualmente este peculiar rastro. En 1902 un soldado, Eloy Gonzalo, fue declarado héroe por la lucha en las casas del Cascorro en Cuba y el Rey Alfonso XIII puso una estatua en la plaza del rastro, que después de muchos años y malinterpretaciones, hoy se le conoce como el Cascorro también. Es en los 70 el momento auge donde –destacando el movimiento hippie- muchos comerciantes de todo tipo aumentaban cada vez más los puestos, vendiendo ya de todo: alimentos, ropa, complementos, curiosidades, pertenencias e incluso animales.

Hoy, es una de las actividades más realizadas por madrileños y extranjeros, porque el rastro es un sitio donde cultura y comercio conviven pues hasta nuestros días, de hecho es patrimonio cultural de la capital.
Eso sí, si quieres ir te aconsejo que te levantes temprano y no cojas el coche –no es muy aconsejable, aunque si quieres rodear el rastro unas dos horas con tu coche es una idea excelente-, pero debo de decirte amigo mío que solo podrá ser un domingo, que para esos días aburridos, no está mal y créeme, lo pasas en grande.

Muchos son los artistas que rinden homenaje al rastro, como Pedro Almodóvar en su película de los ochenta Laberinto de Pasiones –ambientada allí-, Galdós o Azorín mientan en muchas de sus obras, los Hombres G le dedican unas letras de una de sus canciones “Voy al Rastro a cambiar los cromos, de tu colección del álbum, del álbum de Indiana Jones”, Joaquín Sabina también lo hace, Alaska predominaba el rastro con el ambiente de los ochenta llamado “ La Movida madrileña”, Diego “el cigala” cantaba por los bares del rastro e incluso un dato curiosísimo es que el mismo Fary vendía sus propios discos en el rastro.


Si vais, que lo os aconsejo, os recomiendo que si amáis el Rock como yo, tenéis que ir a una tienda con nombre un tanto sospechoso: Marihuana. El nombre podrá inspirar y la tienda de hecho lo hace. Yo con solo ver su escaparate aluciné y por dentro es mucho más escalofriante. Sus paredes y techos están tapados de camisetas de grupos de todos los que puedas imaginar –de hecho probé con un nombre que se me ocurrió al azar y estaba allí, así que si eres vanguardista y sigues grupos no muy conocidos quizás puedas encontrar un recuerdo allí. Tesoros inalcanzables a mis bolsillos como piezas originales de artistas como Angus Young o réplicas de ropa y alguna figura de Metallica o Iron Maiden, ropa heavy y gótica y alguna que otro producto que recuerda al nombre de la tienda. Os adjunto alguna de las fotos de cuando estuve dentro y veréis mi emoción, a sorpresa de mis amigos, lloré, si amigos, el dependiente de la tienda parece que sí alucinó. El ambiente con Crazy Train del gran Ozzy Osbourne de fondo y estar rodeado de tanta cultura y música te teletransporta.


Así que con alguna que otra fotillo más, os dejo con esta otra recomendación madrileña y si os ha gustado este artículo, en especial la tienda heavy solo puedo decir que haré un especial… bueno, un placer como siempre de una madrileña linense.

Un abrazo enorme.

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