miércoles, 31 de octubre de 2012

¡ Muy buenas a todos !

Bueno hoy estoy aquí con la intención de haceros pensar, un poco, en vuestra relación con la tecnología, digamos que está entrada va a estar relacionada con la filosofía. Sé que este hecho, a lo mejor, no os entusiasma demasiado, pero espero que tras leerlo hagáis uso de conciencia. 

Hoy día, estamos rodeados de una gran cantidad de tecnología casi imperceptible para nuestros ojos. Convivimos con un gran número de aparatos que nos hacen la vida más cómoda y aun así seguimos pensando no tenemos suficiente. 
Nos levantamos con un despertador, utilizamos el microondas para preparar nuestro desayuno, nos dirigimos al instituto con un móvil y un reproductor de música guardados en el bolsillo, etc. Pero, ¿son de vital importancia estos aparatos en nuestras vidas?

Actualmente, el 90% de los adolescentes tienen móvil y no son capaces de salir de su casa sin él, creando una situación de dependencia con este aparato, que incluso puede llegar a causar una enfermedad llamada nomofobia. Además, el móvil es un aparato que se creó con el fin de realizar llamadas, aunque esto ya se haya convertido en su última función, ya que se usan para todo tipo de cosas excepto para lo que se crearon. El internet, la cámara, el reproductor de música, las aplicaciones, van más allá de lo que realmente necesitamos, pero aun así, somos capaces de reclamar más, de volvernos histéricos por haber olvidado el móvil en casa, incluso de perder muchas tradiciones como es el uso del correo para comunicarse con otras personas. 
Y es verdad, que no es lo mismo salir del coche para abrir la puerta del garaje, que pulsar un botón y que lo haga sola, pero también es verdad que tampoco nos cuesta nada hacerlo a mano.
Porque no tener un móvil de última generación no significa que el tuyo ya no sea útil, que olvidar algunas de las costumbres como son por ejemplo hacer un pastel casero, no es lo mismo que comer uno prefabricado; que en ocasiones la tecnología nos hace más daño de lo que pensamos, porque no podéis negarme que alguna vez, estando con una persona, esta le ha prestado más atención al móvil que a la conversación que estabais manteniendo.

Para concluir, he de aclarar, que no estoy en contra del avance tecnológico, solo de la forma, poco adecuada, de utilizar dichas tecnologías, Por ello, me gustaría haceros reflexionar sobre dicho uso y espero que lo toméis como un consejo para mejorar nuestra calidad de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.