Ruidosos, expresan su opinión a menudo sin pensárselo dos veces, tendientes a querer sobresalir entre otros, a interrumpir al hablante, faltos de respeto...
Tranquilos, estos son los Occidentales.
La primera impresión que se puede tener al ver a una persona japonesa es que es muy fría. Pero, ¿realmente son así? La respuesta es no. Son muy respetuosos, y este respeto es lo que influye a que lo parezcan.
Eso sí, en cuanto a las opiniones te pueden volver completamente loca, pues no suelen decirte un "sí" o un "no" claro, sino que más bien te hacen dar veinte mil vueltas al asunto y debes intuirlo.
En el caso de mi amiga japonesa sólo tienes que ver la cantidad de "peros" o "hmm" que puede llegar a poner en una conversación (llegas a acostumbrarte).
Claro, nosotros estamos acostumbrados a dar nuestra opinión de una manera muy abierta, sin embargo, los japoneses siempre toman en consideración los sentimientos y puntos de vista de las demás personas y cuán daño pueden hacerle con su respuesta.
Es cierto que esto es generalizando y que, como en todos los casos, hay gente que no se reprime esas ganas de decirte a algo "No". En este caso, cuando es un "No" definitivo, absoluto, nulo, que no hay nada que hacer con eso, te hacen una cruz con los brazos. Esta costumbre te la puedes encontrar también en Corea. Curiosa, ¿eh?
Algo que me encanta de las personas japonesas es esa sonrisa permanente, sin hipocresía, esa amabilidad.
No lo hacen por quedar bien, sino porque es de la manera que se les ha educado desde pequeños, y no me extraña, porque estoy segura de que todos pensamos que una cara es más agradable cuando está con una sonrisa. Es como una "regla" en la vida, solo se trata de ser agradable con los demás para que haya una sociedad en armonía. Muchos tenemos que aprender de esto.
"El que sonríe es más fuerte que el que se enfada. ¿Por qué no sonríes hoy?" -Proverbio japonés.
----- Tsukiko -----
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.